Algunas veces te veo como una tormenta.

Entre el sueño y la vigilia (esta mañana prefiero el sueño).


Cuantos idiomas se hablan en esta ciudad…Babilonia en ruinas.

A dos puntos de talar el árbol del conocimiento.

Otro día lejos del bosque, hacia atrás camina mi espíritu, en franca retirada.

Es preciso rescatar la naturaleza franciscana.

Me gusta el helado de chocolate,

tus risa cómplice y la escarcha de la mañana.
Pero detesto las copas vacías.

Posiblemente hasta el azar este determinado por causas fundamentalísimas.

Humanidad comienza con uno mismo.

No se puede creer (menos amar) a la especie sin amarse a uno mismo.
Y al respecto de la libertad, quien pretende robarla – pretende robar todo, pues sobre esa base se funda un hombre.

Aunque la brújula perdió su imán, el aventurero confía en los astros.

Como gritos ensordecidos, los vientos se despliegan enseñoreados.

Así lo dijo Bokowski

Los mejores de la raza

No hay nada que
discutir
no hay nada que
recordar
no hay nada que
olvidar
es triste
y
no es
triste
parece que la
cosa más
sensata
que una persona puede
hacer
es
estar sentada
con una copa en la
mano

Masacre, villancicos y exclusión.

Yo no-soy el que soy.

Mientras tanto, esta distancia se mide en horas (eternas).

Hay determinaciones y existe el azar… entonces filosofemos.

(Frase atribuida a Cicerón, pero…)

Tranquilo muchacho, solo es el eco.

“ella ya no es rubia y el tampoco es un gangster”.

Helado se escribe con caricias, mientras escuchamos la libertad.
Gula. Deidad lujuriosa.

Todo cuanto tenga que decir(me), será un secreto !
Me encapricho con tus labios
y peregrino en tu espalda.

Todo se resume, el calor en tu alma y el resplandor del universo.

La dimensión desconocida es uno mismo.
Hay un infierno que se parece a la primavera eterna.

Cadaver Exquisito

Los caminos esperan, mas mochilas relinchan.
Ecos.

Antídotos.

Limpiando el desván encontré mi alma
y un libro viejo de relatos de horror.

- Poema -

Entre dos signos de exclamación, me encontré un te amo…
Bueno, te lo regalo.

A veces peco (si existe tal cosa) de destruir textos ajenos.

No somos todo eso que dicen, al menos eso decimos.
Amarres y frutillas para la cena.

(en primavera).