El lunes se
me pudrió un pollo en la heladera. Pensaba desde entonces en esa extraña
costumbre de predicar bellezas-ficciones, a la vera de los campos devastados y
la tierra quemada.
(En el
desierto moran los demonios, según todas la cosmogonías).
martes
Bienaventurados los
que sospechan, porque de ellos es el pensamiento crítico.