Animarse a preguntar es haber comenzado un camino hacia las respuestas (es asomarse), de esas respuestas que no se encuentran quizá, pero estar en el camino de búsqueda es una respuesta en si misma.
De ahí, del asombro, de la angustia (que no es psicológica) emergen posibles (aproximaciones) respuestas. Decía post atrás que todas las formas de conocer son aptas, no solo desde la academia, también es necesario saber leer (e interpretar) el libro del mundo. Es decir: “la realidad visible que nos rodea”, lo que la gente dice, lo que la gente necesita.
Pero ojo, que para preguntarse, primero hay que ser un buen lector (de libros, de películas, de la problemática social, de caminar lugares, de bares, de ecosistemas, del infinito), porque de otra manera a poco de recorrer un camino de preguntas, nos quedamos sin respuestas, sin ideas, sin la duda que fomenta la chispa creativa y solo nos quedamos con la duda a secas, a solas.
De ahí, del asombro, de la angustia (que no es psicológica) emergen posibles (aproximaciones) respuestas. Decía post atrás que todas las formas de conocer son aptas, no solo desde la academia, también es necesario saber leer (e interpretar) el libro del mundo. Es decir: “la realidad visible que nos rodea”, lo que la gente dice, lo que la gente necesita.
Pero ojo, que para preguntarse, primero hay que ser un buen lector (de libros, de películas, de la problemática social, de caminar lugares, de bares, de ecosistemas, del infinito), porque de otra manera a poco de recorrer un camino de preguntas, nos quedamos sin respuestas, sin ideas, sin la duda que fomenta la chispa creativa y solo nos quedamos con la duda a secas, a solas.
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