jueves
viernes
miércoles
lunes
domingo
Así lo dijo Bokowski
Los mejores de la raza
No hay nada que
discutir
no hay nada que
recordar
no hay nada que
olvidar
es triste
y
no es
triste
parece que la
cosa más
sensata
que una persona puede
hacer
es
estar sentada
con una copa en la
mano
No hay nada que
discutir
no hay nada que
recordar
no hay nada que
olvidar
es triste
y
no es
triste
parece que la
cosa más
sensata
que una persona puede
hacer
es
estar sentada
con una copa en la
mano
jueves
domingo
jueves
miércoles
lunes
domingo
jueves
martes
lunes
sábado
miércoles
martes
lunes
viernes
viernes 3 PM
Mi alma, intoxicada por una sobredosis Popperiana, clama por un poco de metafísica tradicional, poesía breve o aperitivo con hielo y limón.
jueves
martes
jueves
sábado
lunes
18 (a cabeza)
O fue síndrome de Estocolmo o fue palo gol.
De cualquier forma, fue sobresaliente el devenir.
(Una enfermera del amor)
De cualquier forma, fue sobresaliente el devenir.
(Una enfermera del amor)
sábado
jueves
Ideales + tradición.
Las manos sencillas del tipo común, saben de construcción abnegada: día tras día. Soles tras soles.
Comunión.
Comunión.
jueves
miércoles
martes
martes
lunes
martes
Correteos primaverales.
lunes
sábado
viernes
Mi pie de la letra camina.
jueves
JUAN LÓPEZ Y JOHN WARD (Borges)
Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.
López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote.
El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.
Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.
López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote.
El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.
Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.
miércoles
lunes
Disrupciones.
domingo
sábado
viernes
Lo dijo ella.
jueves
miércoles
lunes
viernes
jueves
Que se oculta.
Hay una apariencia y una interpretación de la apariencia.
Mientras tanto, la esencia permanece oculta.
Mientras tanto, la esencia permanece oculta.
miércoles
martes
lunes
sábado
Miradas.
viernes
Contradicciones fundamentales.
Estas palabras solo tratan de hacer de extensión del artículo de Juan Rizzo en una derivada segunda (o disruptiva que es mas o menos lo mismo).
Podría titularse:
Acerca de Rabinos existencialistas, ortodoxos neoliberales y putas devotas de la Virgen de Lujan.
Desde la modernidad tardía en adelante la verdad es, en la medida que la comprendamos como pensamiento situacional, es decir: será provisoria, válida en tiempo y lugar determinado. Por lo tanto siempre pasible de descarte y nueva sentencia.
Pero la contradicción se genera entre esta perspectiva epistemológica y las aspiraciones de universalidad o de la voluntad del investigador que reclamará aquella (su) verdad encontrada y luego revelada, como única y válida. Es más bien una cuestión de egos que luchan contra discursos convenientes.
Es una clara muestra de que las teorías y modelos siempre distan de la práctica concreta que buscan sustentar.
Los poderes sociales recortan el horizonte a acceder, siempre de esa totalidad de saber que se produce y anda por ahí, mas o menos libremente arrojado, los poderes centrales o unos, serán decididamente un factor de recorte o censura.
El poder en su ejercicio y funciones, delimita un conocimiento a distribuir, funcional a sus pretensiones o vocación. Es lo sustancialmente anterior a la verdad de la milanesa. Donde la milanesa se cocina desde una mirada receta.
Porque la posibilidad de varias recetas para hacer milanesas, no puede salir a luz. A la manera de una patología heraclítea: las múltiples posibilidades aman ocultarse.
Podría titularse:
Acerca de Rabinos existencialistas, ortodoxos neoliberales y putas devotas de la Virgen de Lujan.
Desde la modernidad tardía en adelante la verdad es, en la medida que la comprendamos como pensamiento situacional, es decir: será provisoria, válida en tiempo y lugar determinado. Por lo tanto siempre pasible de descarte y nueva sentencia.
Pero la contradicción se genera entre esta perspectiva epistemológica y las aspiraciones de universalidad o de la voluntad del investigador que reclamará aquella (su) verdad encontrada y luego revelada, como única y válida. Es más bien una cuestión de egos que luchan contra discursos convenientes.
Es una clara muestra de que las teorías y modelos siempre distan de la práctica concreta que buscan sustentar.
Los poderes sociales recortan el horizonte a acceder, siempre de esa totalidad de saber que se produce y anda por ahí, mas o menos libremente arrojado, los poderes centrales o unos, serán decididamente un factor de recorte o censura.
El poder en su ejercicio y funciones, delimita un conocimiento a distribuir, funcional a sus pretensiones o vocación. Es lo sustancialmente anterior a la verdad de la milanesa. Donde la milanesa se cocina desde una mirada receta.
Porque la posibilidad de varias recetas para hacer milanesas, no puede salir a luz. A la manera de una patología heraclítea: las múltiples posibilidades aman ocultarse.
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