Uno de los últimos números de la revista New Yorker trae esta ilustración irónica sobre el futuro del texto digital. Un hombre del futuro, quizás un extraterrestre, reclinado sobre un libro en el formato convencional, y a su alrededor restos de computadoras, teclados, etc.
La batalla por el futuro de la información se está librando en este momento en tres frentes, cada uno de los cuales se corresponde con nuevas perspectivas tecnológicas.
La batalla por el futuro de la información se está librando en este momento en tres frentes, cada uno de los cuales se corresponde con nuevas perspectivas tecnológicas.
Un frente corresponde a la pregunta por el futuro soporte de la información. La aceptación y el éxito alcanzado por el “libro” digital Kindle de Amazon, y en menor medida el Sony Reader, parecerían mostrar que un libro digital de uso masivo es algo posible.
Por otro lado, el éxito de Google en, primero digitalizar en forma masiva bibliotecas universitarias, y en segundo lugar, en resolver en parte el problema de los derechos de autor, abren el camino para la digitalización total de los activos culturales de la humanidad. Estos no necesariamente deberán estar almacenados en un libro digital (estilo Kindle o Sony Reader), puesto que podrían también ser consultados usando un navegador de internet.
Y en tercer lugar, la aparición de bitácoras, blogs, twitters y otros, que ponen al alcance de cualquiera la posibilidad de crear y editar contenidos, parece poner en duda la viabilidad del periódico. La actual crisis económica en los EEUU ha puesto de manifiesto que aun diarios del prestigio del New York Times están en peligro, sino de ser suplantados por autores aficionados auto-publicados en la Web, por lo menos de tener que competir con los bloggers mas acreditados, cuyos costos de producción y distribución son muy inferiores.
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