domingo

Refutaciones sofisticas.

La idea de leer a todos los pensadores por igual, escuchar eclecticamente diferentes géneros musicales, asistir a muestras de fotos, cuadros o lo que fuera… da una mirada totalizadora de la situación (je).
Lo que en definitiva trato de decir que, hay que animarse a leer tanto la Biblia, como a Nietzsche – y hasta dejarlos descansar juntos, uno con el otro en el estante del escritorio.

La cuestión es: utilizar todo como punto de partida para la reflexión, luego de leer a Marx y a los Keynesianos obtendremos una visión mas completa del sistema capitalista y así podremos formar nuestra propia opinión… dijo oportunamente el líder de los simuladores (Santos): “también me gusta la pizza, y no soy italiano”.
Oh !, tan buscada pretensión del hombre: la singularidad.

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